En esta Semana Santa, cientos de indígenas tzotziles y mestizos acuden a venerar al Justo Juez, advocación de Jesucristo, para implorarle un alto a la violencia e inseguridad en Chiapas, que generan las organizaciones criminales del narcotráfico.
“Llamamos a buscar la justicia y la misericordia para construir una sociedad más fraterna y mantenerse unidos ante tanta violencia”, expresó el sacerdote José Bartolomé Martínez, párroco del templo La Merced en San Cristóbal de Las Casas.
Se trata de una de las mayores celebraciones de Semana Santa en Chiapas, donde los creyentes y fieles católicos acuden a los centros sagrados donde está la imagen del Justo Juez, como la iglesia de La Merced.
En esta tradición, de hace más de 60 años, los feligreses escuchan la misa, depositan sus ofrendas y velas en el templo y después realizan una limpia o barrida de pies a cabeza con hierbas olorosas, una práctica ancestral para liberarse de las malas energías.
Este año, los fieles alzaron sus plegarias ante la incesante violencia que viven las comunidades indígenas del estado de Chiapas, donde han crecido las disputas de los carteles del narcotráfico para controlar la frontera de México con Centroamérica, colindante con Guatemala.
De acuerdo con un informe de la Red por los Derechos de la Infancias en México (Redim) y la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (Redias), más de 100 mil niños y adolescentes resultaron afectados en 2023 en aquella entidad del sureste mexicano a causa de las disputas entre grupos criminales.