Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2019-2024), México se destacó como la segunda peor economía en América Latina, según el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
De acuerdo con los datos presentados en el Estudio Económico 2024 de la Cepal, México acumuló un crecimiento de solo 5.9% en seis años, lo que equivale a un promedio anual de 0.98%. Esta cifra representa la tasa de crecimiento más baja desde el gobierno de Miguel de la Madrid (1983-1988) y coloca a México en el penúltimo lugar de las economías con peor desempeño en la región.
La Cepal destacó que Argentina fue la única economía con un peor desempeño que México, registrando un decrecimiento acumulado de -1.4% durante el mismo período.
En contraste, países como República Dominicana y Panamá mostraron un crecimiento promedio anual de 3.86% y 3.70%, respectivamente, ubicándose entre las economías con mejor desempeño en América Latina. Estas cifras revelan un marcado contraste entre las economías de la región y subrayan el estancamiento que sufrió México bajo la administración de López Obrador.
Uno de los factores que contribuyeron al bajo desempeño económico de México fue su lenta recuperación tras la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 en 2020. Mientras que la mayoría de los países de América Latina lograron recuperarse en un año, México tardó dos años en hacerlo.
El Producto Interno Bruto (PIB) de México se contrajo un 8.4% en 2020, superando el promedio de la región que fue de -6.9%. Aunque en 2021 el PIB mexicano aumentó un 6%, este crecimiento fue insuficiente para compensar la caída inicial.
El doctor en economía de la UNAM, Emmanuel Salas, señaló que la crisis económica en México pudo haberse mitigado si el gobierno de López Obrador hubiera implementado políticas contracíclicas, como lo hicieron otros países de la región.
Estas políticas habrían implicado la inyección de dinero en la economía para estimular el crecimiento y amortiguar el impacto de la recesión. La falta de tales medidas contribuyó a un estancamiento del ingreso per cápita, que cerrará este año en unos 8,800 dólares a precios constantes de 2018, apenas por encima del nivel registrado al final del gobierno de Enrique Peña Nieto.