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Por Luis Martínez Alcántara
El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que prohíbe la participación de mujeres transgénero en deportes femeninos a nivel escolar y universitario en Estados Unidos. Esta medida busca “proteger la integridad de las competiciones femeninas” y ha generado un intenso debate en todo el país.
La orden establece que las instituciones educativas que permitan la participación de atletas transgénero en equipos femeninos podrían enfrentar sanciones federales.
Grupos defensores de los derechos LGBTQ+ condenaron la orden ejecutiva, argumentando que discrimina a las personas transgénero y vulnera sus derechos civiles. La Human Rights Campaign emitió un comunicado afirmando que “esta acción es un ataque directo a la comunidad trans y socava los principios de igualdad y justicia”. Por otro lado, algunos defensores de la medida sostienen que es necesaria para garantizar una competencia justa en los deportes femeninos.
La orden ejecutiva también provocó reacciones en el ámbito político. Varios gobernadores estatales han expresado su apoyo, indicando que implementarán políticas similares en sus jurisdicciones. Mientras tanto, líderes demócratas en el Congreso han prometido desafiar la orden, calificándola de “discriminatoria” y “contraria a los valores estadounidenses”. Se anticipa que esta controversia podría llegar hasta la Corte Suprema para una resolución final.
En el ámbito deportivo, diversas organizaciones y ligas están evaluando el impacto de la orden en sus políticas de inclusión. Algunas federaciones deportivas han expresado su preocupación por la posible exclusión de atletas transgénero y están considerando medidas para garantizar la equidad y la inclusión. La Asociación Nacional de Atletismo Universitario (NCAA) ha anunciado que revisará sus directrices a la luz de la nueva orden ejecutiva.
La comunidad transgénero ha respondido con protestas y manifestaciones en varias ciudades del país, denunciando la orden como un ataque a sus derechos y dignidad. Activistas han organizado campañas en redes sociales bajo hashtags como #LetTransPlay y #TransRightsAreHumanRights, buscando generar conciencia y apoyo.