Anoche finalizó el proceso electoral federal 2024, el más grande de la historia del país, pero también el más sangriento. Como nunca se vivió la inseguridad en contra de los candidatos a cargos de elección popular, desde amenazas de muerte para que renunciaran, atentados, extorsiones, hasta el asesinato de 36 de ellos en pleno proselitismo en busca del voto ciudadano.
Los dos últimos se registraron en las últimas 24 horas, como fue el vil asesinato a quemarropa con dos balazos en la nuca contra el candidato del PRI-PAN-PRD a la alcaldía de Coyuca de Benitez, Guerrero, José Alfredo Cabrera; y el asesinato a balazos de Ricardo Arizmendi Reynoso, candidato suplente a la alcaldía de Cuautla, Morelos, también por el PRI, PAN y PRD, ocurrido la tarde de este martes.
En su reporte previo a la jornada electoral, la empresa consultora Integralia, dirigida el ex titular del IFE, Luis Carlos Ugalde, asegura que las víctimas de violencia política se incrementaron en 150.5% en este proceso electoral federal, en comparación con el 2021, considerando homicidios y otros eventos de alto impacto, como atentados con arma de fuego y amenazas.
“De mantenerse el promedio diario (2.8), proyectamos más de 760 víctimas totales después de la elección”, vaticinó la consultora.
Mientras esto sucede, en el gobierno federal se dedicaron a desmentir u ocultar la violenta realidad que vive el país a manos del crimen organizado y, aunque usted no lo crea, sólo reconocen 22 asesinatos de candidatos de diversos partidos políticos.
Y fueron más allá al decir que entre ellos cuatro fueron precandidatos y 10 víctimas más buscaban algún cargo o candidatura, “pero no estaban registradas ante el INE o un partido”, según sus datos.
El tétrico asesinato de un candidato
Con el mismo estilo de ejecución contra Luis Donaldo Colosio y a unos minutos de pronunciar su último discurso de campaña por la alcaldía de Coyuca de Benites, Guerrero, el candidato PRI-PAN-PRD, José Alfredo Cabrera, fue asesinado ayer tarde de dos balazos en la nuca, disparados a quemarropa.
Era su cierre de campaña proselitista ante cientos de simpatizantes y militantes de los tres partidos políticos que lo impulsaron en sus aspiraciones.
En redes sociales circuló un video en el que se ve al candidato Cabrera arropado por sus simpatizantes mientras caminaba al escenario en el que ofrecería su último discurso de cierre de campaña a aquel municipio guerrerense.
En un momento del clip se alcanza a ver una mano sosteniendo una pistola que apunta a la cabeza del candidato de la coalición PAN, PRI y PRD y, segundos, después se escuchan los dos disparos y el caos inmediato.
El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, condenó el vil asesinato del aspirante del tricolor de aquel municipio, enclavado en la zona caliente del estado de Guerrero.
En su cuenta de X escribió:
“Nuestra más enérgica condena por el asesinato de José Alfredo Cabrera, nuestro candidato a la alcaldía de Coyuca de Benitez, en Guerrero, durante su cierre de campaña”.
“La violencia no para en todo el país, la inseguridad sigue acompañando el proceso electoral y vulnerando la democracia”.
“Exigimos a las autoridades investigar los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. Mis condolencias a su familia y a sus seres queridos”, señaló el dirigente.
Por su parte, la gobernadora morenista de Guerrero, Evelyn Salgado, condenó el asesinato de José Alfredo Cabrera y solicitó la inmediata intervención de la Fiscalía estatal para aclarar el lamentable suceso.
En sus redes sociales escribió:
“Condeno de manera enérgica los lamentables hechos en los que perdiera la vida el candidato a la presidencia municipal de Coyuca de Benítez por la coalición PRI, PAN y PRD, Alfredo Cabrera Barrientos”.
“Para esclarecer este cobarde crimen y garantizar la no impunidad, he solicitado a la Fiscalía General del Estado de Guerrero hacer las investigaciones pertinentes para aplicar todo el peso de la ley a él o los responsables de este delito”.
“A la familia, amigos y simpatizantes, les expreso respetuosamente mis sinceras condolencias”, expuso la mandataria.
Por Abel López Jiménez.