La crisis diplomática entre México y Ecuador ha alcanzado un nuevo punto álgido con las recientes declaraciones del presidente ecuatoriano Daniel Noboa. En una entrevista en Radio Sucre, Noboa afirmó que México es uno de los peores socios comerciales de Ecuador, señalando un déficit comercial que asciende a casi 600 millones de dólares, aunque las cifras oficiales muestran un desbalance de 500 millones de dólares.
La relación comercial entre ambos países ha sobrevivido los últimos tres meses de incertidumbre, tras la incursión violenta de la fuerza pública ecuatoriana a la embajada mexicana en Quito para capturar al exvicepresidente Jorge Glas.
A pesar de las tensiones diplomáticas, el comercio entre México y Ecuador continúa, aunque con desbalances significativos. En 2023, Ecuador exportó a México productos por un valor de 202 millones de dólares, incluyendo cacao, minerales, plásticos, y aceites vegetales, mientras que importó 702 millones de dólares en medicamentos, aparatos quirúrgicos, vehículos y cosméticos.
La crisis diplomática parece no tener solución a corto plazo. Noboa confirmó en la entrevista que no ha habido comunicación con Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, quien ha mantenido una postura firme y ha exigido disculpas públicas y el reconocimiento del derecho de asilo para considerar el inicio de un diálogo. Sheinbaum ha insistido en que Ecuador debe dar el primer paso para resolver el conflicto, marcando una distancia significativa con una posible solución.
Además de las repercusiones comerciales, la crisis ha afectado a otros sectores como el turismo y la migración. El cierre de consulados ha dificultado la tramitación de visas para los turistas ecuatorianos y ha exacerbado la vulnerabilidad de los migrantes ecuatorianos en su travesía hacia Estados Unidos.
La clausura del vuelo directo de Aeroméxico a Quito y casos como el secuestro de una familia ecuatoriana en Durango son evidencia de las graves consecuencias de la ruptura diplomática. En medio de la violencia y la crisis económica en Ecuador, la falta de protección consular agrava la situación de los migrantes, resaltando la urgencia de una solución diplomática.
Por Luis Martínez Alcántara.