Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- El salario mínimo en México es un tema crucial para millones de trabajadores y sus familias, ya que determina el poder adquisitivo y las condiciones de vida de una gran parte de la población. Con el fin de año a la vista, la atención se centra en el aumento del salario mínimo para 2025.
Aunque aún no se han dado a conocer cifras oficiales, es probable que el aumento del salario mínimo en 2025 siga la tendencia de incrementos de dos dígitos que se ha visto en los últimos años.
Desde 2018, México ha experimentado aumentos significativos en el salario mínimo, como parte de un esfuerzo para recuperar el poder adquisitivo perdido durante décadas de estancamiento salarial.
Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, ha expresado su intención de continuar con estos aumentos, mencionando en su plan “100 pasos para la transformación” que se necesitaría un incremento anual del 11% durante los próximos seis años para alcanzar sus metas de recuperación salarial.
El objetivo a largo plazo de estos incrementos es que, para 2026, el salario mínimo alcance un valor equivalente a dos veces la línea de pobreza por ingresos urbana (LPIU), lo que actualmente se traduciría en aproximadamente 9,000 pesos mensuales.
Para 2030, la meta es que el salario mínimo equivalga a 2.5 veces la LPIU, es decir, alrededor de 11,300 pesos mensuales en términos actuales.
Este enfoque busca no solo mejorar el ingreso de los trabajadores, sino también asegurar que el salario mínimo sea suficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia mexicana, tal como lo define el artículo 90 de la Ley Federal del Trabajo.
Con el próximo anuncio del aumento del salario mínimo para 2025, se espera que el país siga avanzando en la mejora de las condiciones de vida de sus trabajadores, consolidando una tendencia que, a largo plazo, podría significar un cambio significativo en la lucha contra la pobreza y la desigualdad en México.