
Por Redacción:
Ciudad de México, 16 de octubre de 2025. Los comediantes e influencers Ricardo Pérez y José Luis García Slobotzky, conductores del popular pódcast “La Cotorrisa”, enfrentan una posible pena de hasta 25 años de prisión tras la judicialización de una denuncia por presunto acoso y abuso sexual interpuesta por la creadora de contenido Jesica Bustos, conocida como Yoshi. El caso, que surgió de comentarios denigrantes en un episodio de febrero de 2025, escaló ayer cuando la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) confirmó la vinculación a proceso contra los acusados, junto con el coproductor Iván Mendoza, por delitos que incluyen denigración y daño psicológico, agravados por el uso de plataformas digitales.
El abogado penalista Mauro Terrones, quien asesora a Bustos, detalló en una entrevista con Diario.mx que la calificación como “abuso sexual” se basa en el Código Penal de la CDMX (artículo 179), que contempla penas de 6 a 25 años por conductas que generan humillación o violencia psicológica contra la dignidad sexual. “No se trata solo de chistes; hay una secuencia de acoso que afectó gravemente la integridad emocional de la víctima, con impactos en su autoestima y familia. La ley ahora reconoce esto como abuso, no mero delito menor”, explicó Terrones, al resaltar que la denuncia, presentada el 19 de septiembre, incluye pruebas como capturas de pantalla, audios editados del episodio y testimonios de testigos.
El incidente central ocurrió en el episodio 308 de “La Cotorrisa”, titulado “Confundió mi declaración con un asalto”, donde Pérez, Slobotzky y Mendoza hicieron alusiones sexuales explícitas sobre el físico de Bustos, refiriéndose a ella como “la esposa de Xuxo Dom” —el comediante y pareja de la influencer—. Aunque el segmento fue eliminado tras reacciones iniciales en febrero, Bustos decidió proceder legalmente siete meses después, argumentando un patrón de hostigamiento que incluyó mensajes indirectos y burlas en redes. “Esta situación me ha afectado bastante, a mi familia, a mi honor, a mi integridad y mi autoestima”, escribió Bustos en un video de Instagram el 19 de septiembre, donde anunció la denuncia sin mencionar nombres inicialmente. Xuxo Dom, su esposo, respaldó la acción: “La apoyé y la acompañé a denunciar. Si decide que puedan pisar la cárcel, ¡hasta donde tope!”.
Pérez, de 32 años y conocido por su romance con la actriz Susana Zabaleta, y Slobotzky, de 30 y coproductor del pódcast, no han emitido declaraciones directas. Fuentes cercanas indican que ambos consultan con abogados para apelar la vinculación, argumentando libertad de expresión y contexto cómico. Sin embargo, el juez de control de la FGJ-CDMX impuso medidas cautelares: prohibición de acercarse a Bustos, suspensión de cuentas en redes relacionadas con el caso y presentación periódica ante autoridades. “La carpeta está en integración, pero una vez judicializada, el Ministerio Público pedirá la pena máxima por reincidencia en conductas similares”, advirtió Terrones, recordando que Pérez enfrenta críticas adicionales por burlas a reporteros tras un incidente con Zabaleta en el aeropuerto.
Bustos, de 28 años y con más de 500 mil seguidores en TikTok, ha convertido su denuncia en un llamado a la acción: “No se dejen ante nadie y menos que te acosen sexualmente y te violenten sabiendo que hay consecuencias legales”. El caso ha polarizado redes, con #JusticiaPorYoshi acumulando 200 mil menciones y apoyo de figuras como Linet Puente, quien denunció amenazas de fans de “La Cotorrisa”. Organizaciones como la Red Nacional de Defensoras urgen reformas para tipificar mejor el acoso digital, estimando que 70% de las mujeres en México han sufrido violencia en línea.
La FGJ-CDMX, bajo la fiscal Bertha Alcalde, enfatizó en un comunicado que “priorizamos casos de violencia de género en entornos digitales, con penas agravadas hasta 25 años”. Mientras el juicio oral podría iniciarse en 2026, este escándalo pone en jaque la fama de “La Cotorrisa”, con 2 millones de descargas mensuales, y resalta la delgada línea entre humor y abuso en la era de los influencers. Para Bustos, no es venganza: es justicia. “Quiero ser ejemplo para otras víctimas”, concluyó. En un México donde el 40% de denuncias por acoso quedan impunes, este proceso podría marcar un precedente doloroso pero necesario.