Con mucha decisión, el presidente ultraderechista de Argentina, Javier Milei enfrenta la realidad que vive su país, y en medio de una fuerte contracción de la actividad económica y la caída del consumo, ha logrado con medidas urgentes frenar la galopante inflación y regresarla a sólo un dígito, tras cinco meses de estar “al rojo vivo”.
Los analistas financieros y malquerientes (contrarios a su gobierno) reconocen que la famosa motosierra con la que hizo campaña proselitista entre los argentinos para prometerles que resolvería la negativa realidad económica que padecen desde hace varios años, parece que está dando resultados positivos.
Agencias internacionales informativas, como EFE, reportaron que la economía de Argentina pasa por un momento de contracción y el consumo ha caído, pero la buena noticia para la nación sudamericana es que, por primera vez en meses, la tasa mensual de la inflación tuvo sólo un dígito.
El pasado 10 de diciembre, cuando Milei tomó posesión como presidente del país del tango y el flolklore de la cumbia, y un día después decretó una devaluación del peso argentino de más de 50%, para ubicarlo en 800 pesos por dólar al tipo de cambio oficial.
Luego, la tasa de inflación retornó en abril pasado a niveles de un dígito tras cinco meses de fuerte aceleración en los precios, que ahora exhiben cierta moderación en un contexto de contracción de la actividad económica y de caída del consumo.
Apenas ayer martes, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), informó que el índice de precios al consumidor (IPC) en Argentina se situó en abril en el 289.4 por ciento interanual y creció un 8.8 por ciento en comparación con marzo.
La evolución de los precios en abril evidencia una notable desaceleración con respecto a las elevadísimas tasas mensuales que se registraron entre diciembre pasado (25.5 por ciento) y marzo último (11 por ciento).
De hecho, la inflación argentina no mostraba una variación mensual por debajo de dos dígitos desde octubre pasado, cuando había subido 8.3 por ciento.
Los complicados primeros meses de Milei contra la inflación los vivió al iniciar el presente año con la inflación al ‘rojo vivo’ tras la súbita devaluación del 50 por ciento del peso argentino de diciembre pasado y su decisión de liberar los precios “reprimidos” de la economía, convalidando fuertes aumentos en bienes y servicios de todo tipo.
Así, el furibundo comportamiento de los precios se fue aplacando a la par del derrumbe en el consumo, con una demanda golpeada por la depresión de los ingresos de los hogares, en un contexto de severo ajuste y fuerte contracción de la actividad económica.
Además, el freno a la emisión monetaria para financiar el Tesoro, uno de los pilares del plan de Milei, comenzó a tener el efecto propio de una política monetaria restrictiva.
Pero su gobierno ha optado por posponer ciertos aumentos en las tarifas de algunos servicios y los impuestos a los combustibles, e intervino para obligar a las empresas privadas de servicios de medicina a retrotraer fuertes subidas en sus cuotas, ayudando a moderar la tasa de inflación.
El titular del Ministerio de Economía, Luis Caputo, destacó que “la fuerte desaceleración” de la inflación en los últimos meses “se sustenta en el programa económico implementado en diciembre, cuyos pilares son el equilibrio fiscal, el saneamiento de la hoja de balance del Banco Central y la implementación de medidas de desregulación y reducción de costos para el sector privado”.
“Esto permitió transitar, en menos de cinco meses, de una economía con expectativas desancladas y alto riesgo de hiperinflación a una que ha generado las condiciones para la reaparición del crédito hipotecario de largo plazo, luego de siete años”.
“Estamos trabajando fuertemente para que el proceso de desinflación se siga profundizando en los próximos meses”, aseguró Caputo.
Nota de Abel López Jiménez.