Por Abel López Jiménez
Oceana, Greenpeace México y el Centro para la
Diversidad Biológica (CBD), organizaciones de la sociedad civil dedicadas al cuidado del medio ambiente y la biodiversidad, dieron a conocer siete propuestas para la protección de los océanos para que sean incluidas en las campañas electorales a la Presidencia de la República y que la persona que resulte electa deberá implementarlas en el sexenio 2024-2030.
Las organizaciones señalaron en un comunicado que los océanos son aliados clave en la lucha contra la crisis climática, la mayor amenaza que enfrenta la humanidad y a la cual México es altamente vulnerable, por lo que quienes aspiran a la primera magistratura del país no pueden ignorarlos.
El cambio climático, aseguran, afecta significativamente a personas en pobreza y marginación en regiones propensas a desastres naturales, genera desplazamientos forzados y acentúa la desigualdad social y económica.
En esa parte, aseguran, la biodiversidad y ecosistemas marinos y costeros desempeñan un papel esencial en la regulación del clima y la protección de las costas por lo que es fundamental contar con políticas públicas para mantener océanos saludables a través de estos siete ejes prioritarios, que son:
Primero, proteger hábitats y ecosistemas marinos prioritarios como arrecifes de coral, humedales costeros, manglares, pastos marinos y bosques de macroalgas por medio de Áreas Naturales Protegidas con esquemas de financiamiento sostenible a largo plazo.
Segundo, reducir las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero con la implementación de Zonas de Salvaguarda para frenar la Exploración y Explotación petrolera en aguas profundas y ultra profundas del Golfo de México.
Tercero, ratificar el Tratado de Alta Mar, también conocido como Tratado Global de los Océanos, que busca enfrentar la crisis climática mediante la protección y el uso responsable del océano y su biodiversidad.
Cuarto, combatir la contaminación plástica, apostando por un Tratado Global sobre Plásticos, que incluya todo el ciclo de vida de este material, reduzca la fabricación de plástico virgen al menos 75% para 2040, con un enfoque basado en derechos humanos y que incluya principios como la Responsabilidad Extendida del Productor.
Quinto, implementar el Manejo Costero Integral para promover la resiliencia y la adaptación ante los impactos del cambio climático de las zonas costeras a través de planificar el uso del suelo, la conservación de ecosistemas marinos-costeros y la promoción de prácticas sustentables en sectores como la pesca, el turismo y la agricultura, fomentando la participación comunitaria y multidisciplinaria.
Sexto, combatir la pesca ilegal, una actividad que pone en riesgo la biodiversidad marina, amenaza a las especies de consumo humano y aquellas en peligro de extinción. Además, socava esfuerzos de conservación, como las Áreas Naturales Protegidas y los refugios pesqueros, afectando la economía de las familias que dependen de la pesca legal.
Y séptimo, mantener su apoyo a una moratoria a la minería en aguas profundas, especialmente en el marco de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés) y avanzar hacia el apoyo a una prohibición total de esta industria por los daños irreparables que representa para los océanos y las especies que los habitan.